jueves, 3 de abril de 2008

Recordando a ‘H’ sin poder hacerlo bien.


A veces las largas pláticas sólo me llevan a sentirme abandonado.
Me recuerdan que por las noches no quiero dormir, sólo espero encontrar aquello que llene los vacíos de mi vida.
Me recuerdan que por las mañanas no quiero despertar, por ser esto sólo el cobrar conciencia de aquellos vacíos y lidiar con ellos.

Y así, el prolongar la llegada del sueño, y el prolongar la llegada de la vigilia, sólo tienen en común el cansancio… el dolor del contraste: sueños hermosos ahuyentan la luz del amanecer; realidades desesperantes ahuyentan la luz plateada.

Y este maldito calor no hace más que hacer insoportable tanto el dormir como el estar despierto. Eso, y atraer un montón de moscos…

Alguien decía que había dos disposiciones de ánimo paradigmáticas:
el aburrimiento nos descubría la totalidad del mundo; la angustia, la nada. Pero hay un estado intermedio igualmente paradigmático: la desesperación.

¿Qué nos descubre éste?
Tan sólo la totalidad vacía que es el mundo….

...Ah! Sí:
y a un pobre diablo que la contempla.

2 comentarios:

Sofía dijo...

DESNUDOOO...
(Te prometo un comentario más profundo en unos días, hoy estoy aguada... )

jf.yedraAaviña dijo...

yo te espero, y tú me esperas... yo no ando aguado, ando menso... cada quién sus pretextos!

Besos babosos de caracol!