lunes, 27 de agosto de 2007

¡En casa de la Abuela!


Hablando de mujeres y traiciones
Se fueron consumiendo las mujeres… (botellas… jajaja)

el cumpleaños del abuelo… Alejandro Fendández… José Alfredo Jiménez… José José… música variada pero sobre un mismo tema… escuchando las anécdotas de mis tíos sobre sus jornadas laborales en la milpa de mi abuela… nuevamente me siento atraído hacia el campo… hacia las labores pesadísimas del campo… no entiendo por qué… pero la atracción es fuerte… la anécdota vale la pena ser contada… hace 20 años,,, a las siete de la mañana legaron a la milpa a cosechar el maíz… los peones los acompañaban… terminaron a las dos de la tarde… cargaron la vieja carreta conducida por el viejo carretero… 65 costales de 70 kilos cada uno (después de que mi abuelo intentó regalar la cosecha)… los peones regresaron a la casa de mi abuela a comer y beber como es costumbre en el pueblo de Cacalomacán… Guillermo y Jorge, mis tíos, se quedaron para guiar la carreta hacia su destino… el problema: la carreta pesaba demasiado y se atascó en el lodo… los únicos que podía solucionar el problema eran Guillermo y Jorge… descargaron ellos mismos la carreta para que ésta pudiera subir la empinada colina… después, subir los costales… después de sólo diez, Guillermo estaba tirado en la hierba con la espalda llena de llagas… pero Jorge, joven aun, seguía cargando costales… y se tomaba un poco de tiempo para patear a Guillermo para que siguiera cargando… la lluvia,,, el fío típico de los alrededores de Toluca… por fin se levantó Guillermo con la consigna de no dejar una sola mazorca atrás… subieron la empinada colina y cargaron la carreta con todos y cada uno de los costales… llegaron orgullosos a casa de su madrea las ocho de la noche… esperando una recompensa por su arduo esfuerzo… pero la pregunta los llenó de desilusión: ¿dónde estaban? Seguro se pasaron a la cantina… los peones ya se fueron, así que les toca descargar la carreta… jajajaja… muchas risas… muchos recuerdos… espaldas llagadas y Guillermo enfermo por el esfuerzo de la jornada… risas… algo de llanto… o más bien ojos vidriosos… pero se recuerda el momento con alegría…

La abuela prometiendo siempre cuidar de mi… ofreciéndome su casa, su comida (mmm… rico) su vida entera… la noche llena de cervezas, tequila, anécdotas, cigarros…

Me encanta…

4 comentarios:

Sofía dijo...

Que bonta foto. Yo siempre me pregunto qué será de mí sin mi abuela... No me dan ganas de quedarme tan a a la deriva... Las abuelas y los abuelos son el mejor aliciente existencial...por lo menos para mí.

jmbonilla dijo...

Lala, así llamo a mi abuela desde niño. Es bien chingón cuando se sueltan a platicar, muy cagado, sacan el prejuicio, las advertencias, lloran, llegan las tías, dicen que fueron tontas de jóvenes, que no pensaron en el futuro, que dios les ha dado licencia y cosas por el estilo. Pero la comida es lo mejor, definitivamente, he tratado de aprender sus mañas, una por una, pero son un chingo, arroz, mole, salsas, pasteles, antojos, manchamantel, etc.. Vivan las abuelas.

Lidia dijo...

Ay, yo miero myucho a mi abuelita Mamila, según mi otra abuelita, mi abuelita Chapis, le empecé a decir así por no poder decir Mamá Lila. Es de mis personas favoritas, es una regañona, si no te regaña es porque no te quiere..

jf.yedraAaviña dijo...

eeehh!! me uno a juanito: Vivan las Abuelas!!!

Viava su comida!
Vivan sus Regaños!
Vivan sus Abrazos!
Vivan sus historias!
Vivan ellas!!!

Abrazos y besos a los tres!!