viernes, 25 de mayo de 2007

Cursi y chistosón!

Hoy me dieron ganas de escribirte un verso.
Pero recordé que no sirvo para eso.
En lugar de la pluma tomé una guitarra.
Y no pude siquiera llegar a afinarla.
Intenté mil veces dibujar tu rostro.
Y ¿qué muestra el papel?
nada más que un monstruo.

¿Qué puedo hacer yo para apropiarme tu nombre, tu voz, tu figura?
Salí corriendo a preguntártelo hoy mismo.
Cuando ya frente a ti, no pude decirlo.

Las ansias de oírte sellaban mis labios.
Las ansias de hablarte entumían mi lengua.
Las ansias de verte empapaban mis ojos.

Ante un mar de torpezas te hiciste escuchar.
Dijiste: lo siento no encuentro respuestas,
¿Por qué no despiertas y la buscas a ella?
Yo soy sólo tu verso, tu canción, tu monstruo.

Ya no amo más tu nombre, tu voz, tu figura.
Prefiero soñar y admirar una copia.
¡Un monstruo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

las copias siempre dan mas en que pensar

jf.yedraAaviña dijo...

pues sí,, pero se vuelven un vicio bastante dificil de dejar...