viernes, 20 de julio de 2007

Sólo se puede gozar el estar solo cuando sabemos que la soledad nos es ajena…

2 comentarios:

Lidia dijo...

Cierto, recuerdo que en quinto de prepa tuve que aprender a aceptar la soledad porque de alguna manera parecía como si ella siempre me fuera a acompañar. Fue como aceptar una carga.

Ahora disfruto la soledad y no porque me sea ajena, he aprendido a convivir con ella y a veces me resulta necesaria.

Saludos

jf.yedraAaviña dijo...

Sip... quinto de prepa fue de las etapas más solitarias de mi vida... pero pienso mas en la soledad como realmente distinta al estar solo...
puedo aceptar el estar solo, incluso disfrutarlo, pero aun así le temo a la soledad...

igualmente saludos Lidita...