sábado, 7 de abril de 2007

¿Qué puede pasar?...

Como algo inesperado, el miedo a hablar se apodera de mí. La constante pregunta ¿Qué puede pasar? no se presenta sin la presencia de miles de respuestas que traban mi lengua y me impiden hablar. No sólo es la pregunta por las consecuencias de las palabras, es al mismo tiempo un estado de ánimo que invade cada aspecto de mi vida. No puedo actuar. ¿Qué puede pasar?
Las posibilidades se limitan al fracaso.
Inconscientemente me veo llevado a esperar. Si cualquier cosa pasa sin que yo la provoque concientemente será bien recibida; pero tengo miedo a fallar. Ya no quiero tener miedo. No quiero tener que esperar. Pero hay algo que me obliga a hacerlo.
Y de seguirlo haciendo: ¿qué puede pasar?...

4 comentarios:

Lidia dijo...

una cosa: hablay ya, el corazón descansa. No importa ya que el resultado de abrir la boca sea o no positivo. No pasa nada. ys i quieres que algo pase y no pasa pues por lo menos ya no estás a la expectativa.
Saludos

jf.yedraAaviña dijo...

¿y si no sirve de nada actuar o habalar, y el fracaso es lo unico que se puede esperar? aparte muchas veces la verdad no siempre es necesaria, e incluso puede ser mala... o en todo caso inútil... jeje... saludos...

rc dijo...

no sé por qué siento que tu incertidumbre viene de un duda sobre Prudencia. no sabes qué es lo más prudente hacer. y yo tengo algunas palabras de mi más sincero apoyo: mide el fracaso en relación a tus últimos fines, y no le temas de modo que bloquee tu acción.

muy importante lo que te dice Lidia: para calmarte es importante liberar tu corazón. pero yo agrego: para liberarlo no es la única opción "hablar" sin más miramientos. no. detente, reflexiona (llevas más de una noche haciéndolo); piensa: ¿es vital para mí decir esto según estas circunstancias? tal vez lo que ahora te detiene (más allá del fracaso) pueda encontrar solución, paradójicamente, en la disolución del problema mismo. todo depende del ángulo desde donde lo mires. te deseo un feliz desenlace.

jf.yedraAaviña dijo...

Tssss… muy buenos consejos!! Es muy cierto,, al final no puedo dejar libre mi egoísmo. Tengo que detenerme a reflexionar más allá de mis propios deseos, que por cierto son bastante confusos. El desenlace puede haber llegado hace tiempo y me he negado a aceptarlo. Así que, en palabras de un sabio primo al que considero mi hermano, el desenlace se presentará del siguiente modo: ¡A la verga!

Jajaja.. puede no ser un desenlace feliz, pero por lo menos no me lastima ni me deja en la expectativa, ya que no es un “a la verga” que signifique un abandono de algo, simplemente es una decisión retrasada, o más bien retardada por mis propios sueños y negaciones. Me he tomado demasiado tiempo para mí mismo y me he olvidado de cómo son las cosas en realidad. No me tomé ese tiempo egoístamente, simplemente quería conocerme mejor. Pero en lugar de hacer esto me puse a soñar y ahora me es bastante difícil salir de mí mismo y de esos sueños. Una probadita de mundo no me vendría mal… jeje…